Luis Jarpa Ramírez de 22 años se encontraba cumpliendo prisión preventiva en el Complejo Penitenciario Biobío por la muerte de Benjamín, su hijastro de 10 años con TEA que falleció bajo su cuidado en Talcahuano.
Este domingo se encontró sin vida al interior del módulo 89 a Luis Jarpa Ramírez de 22 años, el hombre imputado por la muerte de su hijastro Benjamín, un niño de 10 años con TEA que falleció en Talcahuano bajo su cuidado.
Jarpa se encontraba cumpliendo prisión preventiva desde este sábado en el Complejo Penitenciario Biobío y tuvo su audiencia de formalización de manera remota en el mismo complejo.
La noticia fue confirmada por Gendarmería de Chile a través de un comunicado, donde señalaron: "El hecho quedó al descubierto esta mañana, siendo alertado por otro privado de libertad".
Respecto a las causas del deceso, indicaron que "preliminarmente, se estableció que no hubo participación de terceros, en tanto, Gendarmería entregó los antecedentes al fiscal de turno".
El niño falleció el pasado 17 de junio al interior de su hogar en el pasaje Volcán Copahue de la localidad Salinas. Según explicó el fiscal de la causa, Juan Yáñez, Jarpa "confesó su acción, no el hecho. Ojo, confesó que él llevó adelante una acción determinada, dándole otros ribetes, otras características".
El informe de autopsia refleja que el niño murió por asfixia, pero también dio cuenta de que el cuerpo mantenía lesiones y fracturas que había sido realizadas con anterioridad.
El pequeño tenía problemas de movilidad y habla, sin embargo las lesiones ya habían sido constatadas por su profesora y abuela, quienes intentaron interponer recursos de protección sin haber logrado resultados favorables.
Finalmente, durante la audiencia de formalización que se realizó este sábado, Luis Jarpa Ramírez había querido ofrecer disculpas públicas a la familia del niño mientras ellos entraban a la sala. Luego el juez determinó tres meses para la investigación.